7 de abril de 2009

LAS MUJERES SON VERDES

Conversando con un viejo hombre,
un joven reveló:
-Hace mucho tiempo quiero conocer una chica
y hoy, conseguí hablarle por teléfono,
me quedé decepcionado

-"¿ Pero por qué? ", indagó el viejo hombre.

-Yo le pregunté tímidamente como era ella;
y ella - riendo! - respondió: soy verde.

-¿" Y por qué la respuesta lo chocó? "

-amigo, ella estaba burlándose de mí!
Oyendo eso, el viejo hombre se puso a hablar:
-Mi joven, usted no entendió que ella
estaba comparándose con un árbol

-¿" Árbol? Como así?!? "
-Niño, las mujeres son como los árboles:
Ellas clavan raíces en el suelo
de nuestros corazones;
Tienen paciencia y capricho
con el propio crecimiento;
Sus brazos son poderosos y, al abrazarlas,
nuestros espíritus reciben renovadas energías.Ellas aman y cuidan de sus frutos,
aún sabiendo que un día el mundo
los llevará lejos de ellas.

Otras - aquellas que no dan frutos -
ofrecen su sombra a aquellos que necesitan
de descanso.

Cuando son azotadas por fuertes vientos
de la vida,
ellas emanan el perfume de la fuerza y de la fe,
calmándonos, por más preocupante
que sea la noche.

Su savia son las lágrimas de dolor o de alegría
cuando en presencia de la hacha ofensor
o de la regadera de aquellos que las aman.Sus corazones van alto,
lo suficiente para que escuchen
más de cerca los recados del cielo.

Ellas reverdecen las florestas de los hombres,
las calles de las ciudades,
las avenidas,
los acostamientos de carreteras
y las ribas de ríos.

Ellas entienden el canto de los pajaritos y, más que nadie,
ellas valoran y protegen sus nidos.

Soportan mejor la soledad y las vicisitudes
que la Vida a las veces nos impone.En el mundo, ellas nacen en mayor número para que el verde de la esperanza
jamás empalidezca.

Mi niño, todas las mujeres son árboles,
todas las mujeres son verdes.

"Al final de ese relato, reflejó el muchacho:
-Yo tengo un triste jardín en el pecho:
en él está faltando un árbol "...
y corrió para el teléfono más próximo ...




AUTORA: SILVIA SCHMIDT