24 de abril de 2009

LOS OBSTACULOS


Voy andando por un sendero.
Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorta la silueta de una ciudad.
Agudizo la mirada para distinguirla bien.Siento que la ciudad me atrae. Sin saber como, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar,todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros.
Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, loque necesito, lo que mas me gustara ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicione, aquello que seria elmayor de mis éxitos.Me imagino que todo eso, esta en esa ciudad.
Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Mecanso un poco, pero no me importa. Sigo. Diviso una sombra negra, mas adelante, en el camino.
Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo. Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto...
Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros mas adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto.
Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino.
Me detengo.
Imposible saltarlo.Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que esta ahí para construir un puente.
Nunca he sido hábil con mis manos...
Pienso en renunciar.
Miro la meta que deseo... y resisto. Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses.
El puente esta hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro.
Un gigantesco muro frío y húmedo, rodea la ciudad de mis sueños... Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso.Debo escalarlo. La ciudad esta tan cerca...
No dejare que el muro impida mi paso. Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire...
De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera.
Me sonríe con complicidad. Me recuerda a mi mismo... cuando era niño. Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja:
-¿Por que tantos obstáculos entre mi objetivo y yo? El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por que me lo preguntas a mi?
Los obstáculos no estaban, antes de que tu llegaras...
Los obstáculos los trajiste tu.

Jorge Bucay

2 comentarios:

  1. Ahh! que buena reflexion, cuantas veces los abtaculos los ponemos nosotros mismos, no?
    Que bueno que utilicemos lo SIMPLE y no la compliquemos tanto.

    Un beso, me encanto Mari, muy bueno!
    Tere.

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  2. Me encanta Jorge Bucay y este cuento es muy bueno...la personas con nuestros miedos nos creamos obstaculos en nuestro camino que muchas veces no existen, no tenemos que pre-ocuparnos, cuando pasen las cosas ya veremos la manera de resolverlas...besitos mi niña que pones unas entradas buenisimassss!!!

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